Vacaciones activas

El mar que nos rodea te ofrecerá días inolvidables. Cuando sopla el mistral podrás disfrutar mejor de la costa este, desde Portixeddu hasta Capo Sperone, pasando por Maladroxia, Coequaddus y Turri, mientras que con viento levante es mejor dirigirse al oeste hacia Calasetta, la otra población de la isla.

 
Si el mar es tu pasión, vive la experiencia de cruzarlo con una de las muchas canoas que pone a tu disposición el centro náutico Marinai d’Italia, o súbete a bordo de las embarcaciones de los pescadores, al amanecer, para aprender técnicas y secretos envuelto en el aroma del salitre.

Deja que nuestros guías de senderismo ambientalte acompañen en tu visita de la laguna de Santa Caterina y las salinas de Sant’Antioco. Aquí podrás descubrir las peculiaridades de la flora y la fauna y avistar aves como garzas reales, cormoranes, flamencos rosados y muchas más.

 
Para reservar una excursión guiada pide información en la recepción del MuMA Hostel.

Desde alrededor del 2500 a.C., como lo demuestran una treintena de nuragas presentes en el territorio, pasaron los fenicios, cartagineses, romanos, pisanos, aragoneses, franceses e incluso piratas, y todos ellos dejaron su huella en Sant’Antioco. Algunas de estas se pueden ver en el Museo Arqueológico Ferruccio Barreca (Mab): el recorrido histórico-cultural a través de las distintas épocas – de la nurágica a la romana – es una rica colección de objetos funerarios, de uso cotidiano y de recuerdos y joyas encontrados en la isla. Merecen especial atención los restos del centro fenicio más antiguo hasta ahora encontrado en Cerdeña, Sulki (antiguo nombre de Sant’Antioco), que incluye el Tophet fenicio, que se puede visitar en via Tanit, un santuario dedicado al entierro de niños fallecidos prematuramente o que nunca llegaron a nacer. Otro de los restos de obligada visita es el Villaggio Ipogeo púnico, en via Necropoli, uno de los más importantes del Mediterráneo por su riqueza arquitectónica y los numerosos hallazgos allí encontrados (información y reservas: www.archeotur.it).

En el punto más alto de la ciudad, se puede admirar la Basílica, dedicada al santo mártir patrón de Cerdeña, Sant’Antioco: de arquitectura bizantina y fachada neobarroca, se asienta sobre las únicas catacumbas paleocristianas de Cerdeña. Dos veces al año, en primavera y verano, se celebra la fiesta de Sant’Antioco con grupos folclóricos y parejas venidas de toda Cerdeña, mientras que el 13 de noviembre se conmemora su muerte.
El pasado más reciente está representado en el Museo Etnográfico, en Via Necropoli: en un almacén del siglo XVIII, se exponen las herramientas utilizadas por la sociedad agropecuaria y marinera de Sulcis.